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Los movimientos de independencia hispanoamericanos

Teatro Crítico ⋅ TC059 ⋅ Alejandro Perdomo y Axel Juárez.
 

Los movimientos de independencia hispanoamericanos

TC059 ⋅ 23 de agosto de 2020

Alejandro Perdomo y Axel Juárez en Teatro Crítico

→ Alejandro Perdomo, Comentarios y correcciones a “Los movimientos de Independencia hispanoamericanos” (TC059)

Tratándose de una tertulia, donde prima un poco más la informalidad y no se trabaja con guiones, he de hacer unas breves correcciones a comentarios míos. En primer lugar, excusarme de imprecisiones tan flagrantes tales como nombrar de forma errónea a Fernando de Borbón, siendo séptimo y no décimoséptimo, ni diecisiete. En ocasiones lo vuelvo a llamar séptimo y en otras diecisiete. Mea culpa.

Por otro lado, agregar algunos comentarios a modo de referencia a varias de las menciones que hago en el vídeo. Dicho esto, procedo a anexarlas.

Breve cronología documental de las secesiones en Hispanoamérica:

1809, mayo: La declaración de la Audiencia de Charcas, del 25 de mayo de 1809, anunciaba la libertad del dominio español. La revolución conducida por Pedro Domingo Murillo fue rápidamente sofocada. No es sino hasta 1825 cuando en una asamblea reunida en Chuquisaca, se declaró formalmente la independencia del país el 6 de agosto de 1825.

1809, diciembre: Conjura de Valladolid que tiene como propósito formar una junta de gobierno que, valga la redundancia, gobernara en representación de Fernando VII contra los invasores napoleónicos. Implicaba conservar los territorios novohispanos como territorios legítimos de la Corona.

1810, 19 de abril: Acta del 19 de abril en Venezuela tras convocatoria de Cabildo Abierto donde se forma una Junta que destituye al Capitán General Vicente Emparan salvaguardando así los derechos de Fernando VII. Respuesta a la invasión napoleónica y negativa a seguir las órdenes de la Regencia. En el acta se puede ver como los funcionarios niegan la categoría de colonos y asumen la de ciudadanos de la Corona.

1810, 20 de julio: En Bogotá se constituye una Junta rebelde que no solo depone al virrey Antonio Amar y Borbón sino que además toma el poder en nombre de Fernando VII. Comienza en el antiguo Virreinato de Nueva Granada, o Santafé, el período de la Patria Boba. Hay oposición a las nuevas autoridades bogotanas (el enfrentamiento intestino entre federalismo y centralismo), debido a estas disputas internas, en julio de 1813, el Colegio Electoral de Bogotá nombra a Antonio Nariño Dictador Perpetuo. No es hasta el 16 de julio de 1813 que Cundinamarca se proclama independiente de España.

1810, 25 de mayo: El virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, es destituido y se constituye la primera junta de gobierno presidida por Cornelio Saavedra e integrada por Mariano Moreno y otros. No es una declaración de independencia sino que se trata de un gobierno autónomo que salvaguarda los derechos de Fernando VII pues la condición era que fuera restaurado. No es sino hasta el 9 de julio de 1816 que el Congreso de Tucumán declara la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata con respecto a España.

1810: La ocupación por tropas napoleónicas, como en el resto de la América española, deja un vacío de poder y para 1810 se hace fundamental la figura de Miguel Hidalgo y Costilla, un sacerdote que va por la línea de Las Casas y que se alza, no en armas como los mantuanos, sino en armas y rebelión con la compañía de los propios indígenas; éste se alza en el pueblo de Dolores, en la zona de Guanajuato, contra la Corona. En la historiografía se le conoce como el Grito de Dolores. Es famosa la Proclama del cura Hidalgo a la nación americana. Es finalmente en 1813 cuando por medio del ya conocido congreso en Chilpancingo se declara la independencia y se promulga una Constitución.

1810, 24 de septiembre: Se alzan las Cortes de Cádiz hasta 1814 cuando son disueltas por Fernando VII.

1811, 5 de julio: Firma del acta de independencia por cuarenta diputados, siendo redactada por Roscio e Isnardi. Se denuncia trescientos años de dominación española, la ausencia del Rey, la falta de gobierno, la desintegración de la nación española y la buena fe de la Capitanía General de Venezuela que, por tres años de ambigüedad política, salvaguarda los derechos reales de Fernando VII.

1814, 12 de abril: Restauración absolutista en España, se suspenden las Cortes de Cádiz y Fernando VII vuelve a asumir como Rey absoluto. Los sesenta y tantos diputados realistas firman el Manifiesto de los Persas.

1814, 4 de mayo: Decreto de Valencia que finalmente declara la restauración absolutista en la Corona española.

1820, 10 de marzo: Fernando VII es obligado a jurar ante la Constitución de 1812 y comienza el Trienio liberal hasta 1823 que es la fecha de la Década Ominosa.

1821, mayo y junio: Con el nuevo virrey de la Serna, se plantean nuevos diálogos en busca de una emancipación por consenso y sin guerra fratricida. En la conferencia Pinchauca, se muestra un proyecto de plataforma política independiente, bajo la forma política de monarquía, con un infante de España, como rey del Perú. Esto tiene paralelismos con la situación portuguesa donde Brasil, tiempo después, se separa de la Corona pero bajo un Príncipe perteneciente a la misma Casa Real portuguesa. El proyecto fue denegado en el Congreso de Tucumán. No sería hasta 1821, por obra de los Ejércitos Libertadores, que se declararía la independencia del Perú de forma real.

1823, 1 de octubre: Los primeros movimientos independentistas en Nicaragua se gestan en León y Granada para 1811. No obstante, son sofocados en la misma cuna. Para 1821, se separan de la Capitanía general de Guatemala. Se afilian al breve Imperio mexicano. Dos años después, ingresan a las Provincias Unidas de Centroamérica. En abril de 1838 es que puede hablarse, formalmente, de Estado nicaraguense al separarse de la República Federal de Centroamérica.

Ver La independencia de Hispanoamérica: declaraciones y actas. Investigación, selección y notas de Haydeé Miranda Bastidas y H. Becerra.

El mito de la Derecha, Derecha no alineada: derechas extravagantes. Partidos políticos intestinos y extravagantes.

[Definición de partido político interno o intestino] Los partidos políticos, según Gustavo Bueno, «son partes internas de una totalidad atributiva. Es decir, partes de un Estado puesto que están subordinados a los asuntos de Estado» (Bueno, 2008, p. 140). Parte de un pasaje de José del Perojo (Teoría de los partidos políticos) donde plantea, en 1875, que «la palabra Partido, como su origen pars lo dice, designa solamente la parte de un todo mayor, y nunca al todo mismo, y en guardar conocimiento de esto, estriba su suerte y su porvenir, pues no debe olvidar nunca que es solo parte de la nación…» (Bueno, 2008, p. 141). El tema sale a colación en el 1:41:33 del vídeo.

[Viejo régimen novohispano] Dice el historiador Pérez Vejo sobre el alzamiento presidido por el cura Hidalgo y Costilla «Todo ello no debería sorprendernos demasiado si tenemos en cuenta que tampoco en el oscuro episodio ocurrido en Dolores la noche del 15 de septiembre de 1810, convertido por la nacionalista historiografía decimonónica mexicana posterior en el inicio de la guerra de la independencia, no parece que nadie gritase “Viva la Independencia de México” o algo parecido sino ese extraño trío de “¡Viva la virgen de Guadalupe! ¡Viva Fernando VII! ¡Mueran los gachupines!” Más parece una revuelta de Antiguo Régimen, tipo ”Viva el rey y muera el mal gobierno”, con el añadido de unas cuantas gotas de xenofobia antigachupina, que el inicio de un movimiento de liberación nacional» (Pérez Vejo, 2010, p. 114). Se cita a Pérez Vejo en el 1:42:57.

Huelga decir que en San Fernando son declaradas unas Cortes en septiembre del mismo año, nueve días después del acontecimiento de Dolores: el 24 de septiembre.

[Lo Político, progresiva estatalización francesa y Napoleón] La Monarquía Católica según Dalmacio Negro, en una visión similar a la de Gustavo Bueno, «distaba efectivamente mucho de ser lo que hoy se entiende por un Estado, es decir, una unidad política orgánica, presidida por un solo y fundamental interés. Su estructura era ambigua. Estaba “formada por diferentes partes coordinadas entre sí, cada una de las cuales se regía por su propio derecho”, aunque unidas “bajo un régimen y un gobierno común”. La persona del príncipe constituía el lazo de unión». (Negro Pavón, 1995, p. 135). Agrega: «la Monarquía de España sobrevivió formalmente, una vez restaurada, hasta el Estatuto real de 1834. A partir de este momento, la principal tarea política del liberalismo español, en el que fue muy importante la influencia escolástica, consistió en instituir un Estado, lo que iba, ciertamente, contra la tradición nacional» (Negro Pavón, 1995, p. 136).

[Catolicidad, elemento característico de la Monarquía hispánica] Dice López Madera, citado por Feliciano Barrios que todo lo que verdaderamente la obedece y reconoce por cabeza, todo lo que está del todo limpio y sin máculas de heregías y errores en la fe, todo el señorío que se puede llamar verdaderamente católico, es la corona y Monarquía de España. Y esperamos en Dios será cada día mas acrecentada la religión y fe católica, debajo de este augustísimo imperio, estendiéndose a la mayor parte de la tierra, como se ha hecho y hace en las Indias y nuevo mundo y en la India Oriental e islas de ella. Por lo cual merece este reino grandes favores y preeminencias en la católica iglesia y particularmente que no se consienta un absurdo e inconveniente tan claro como consentir que se anteponga otro en sus sillas a los católicos reyes» (Barrios, 2015, p. 79).

[Ordenación territorial, Nomos de la Tierra] Dice Carl Schmitt que «todas las tomas de tierra de la historia, conocidas y famosas, todas las grandes conquistas llevadas a cabo por obra de guerras y ocupaciones, de colonizaciones, migraciones de pueblos y descubrimientos, confirman la prioridad fundamental del proceso de apropiación respecto del de partición y de apacentamiento». (Schmitt, 2005, p. 366). Esto a propósito de cuando se menciona la dialéctica de Estados y se referencia a la ordenación de la Tierra, del Orbe en el minuto 31:21 del vídeo. Esto puede sacar a colación otro pasaje de Gustavo Bueno, que sirve como mención a la dialéctica de Estados y como crítica a la lucha de clases en sentido tradicional, en donde hace mención al imperialismo español, a su origen y como crítica a la lucha de clases como motor, evidenciando este que no encontraremos su origen en los conflictos entre clases en el ámbito de una sociedad política ya delimitada por sus fronteras, sino en el conflicto entre varias sociedades políticas por la apropiación de los recursos y los medios de producción. Esto, contextualizando, cobra sentido en el conflicto entre la monarquía asturiana y el imperialismo islámico. (Bueno, 2000, p. 268)

[Ateísmo católico, catolicismo negativo] La analogía es bastante clara, en cuanto se parte de las morfologías cristianas. Como subtipo, la católica-hispánica es el punto de unión entre los antiguos Virreinatos y Capitanías, el ultramar español, con lo que vendría a ser, a futuro, las Repúblicas criollas. Una Hispanidad en sentido negativo, como se es católico en sentido negativo aún siendo ateo.

«Habrá que tener en cuenta que un ateo católico no es lo mismo que un ateo musulmán o que un ateo budista. El ateo católico español, incluso en los casos de anticlericalismo más radical, sigue moldeado, en negativo, por el catolicismo […] Así también un católico “trasplantado al ateísmo” conserva siempre el acento católico, incluso en sus negaciones, y por ello no se confunde con el ateo que conserva el acento musulmán, o con el ateo que conserva el acento protestante, o con el ateo que conserva el acento budista. El catolicismo, junto con sus ramificaciones no estrictamente religiosas, sino éticas, o morales, o estéticas, tiene por tanto muy buenos apoyos para ser considerado un rasgo identitario de la cultura española, si no ya en el sentido de la participación positiva, sí en el sentido de la contraposición (con todos sus matices y grados)» (Bueno, 2005, pp.197-198).

Comentarios adicionales

[31:12] A propósito de un pasaje repetido tanto en el Primer ensayo sobre las categorías de las ciencias políticas y España frente a Europa. A saber: «el Imperio, incluso en el supuesto de que se interprete como “clase unitaria” (como clase de un solo elemento), no estaría propiamente codeterminado, ni limitado, en teoría, por otros Imperios, sino, a lo sumo, por los bárbaros. Otra cosa es que, de hecho, y ésta es su dialéctica, puedan llegar a coexistir dos o más Imperios; es más dudoso que esta coexistencia pudiera ser pacífica. “Así como no caben dos soles en el cielo, tampoco en la Tierra caben Alejandro y Darío.”». (Bueno, 2000, p. 179). O, por ejemplo sobre la codeterminación parcial dice al respecto: «en todo caso, el imperialismo, en su sentido estricto o fuerte, implicará la unidad del Imperio (Alejandro: “Así como no puede haber dos soles en el cielo, así tampoco cabemos Darío y yo en la tierra”). (Bueno, 1991, p. 256).

[33:34] Sobre la deuda externa hay incontable literatura pero en este caso recomendamos ver, por ejemplo, a los autores Sicotte, R., & Vizcarra, C. (2009). War and Foreign Debt Settlement in Early Republican Spanish America. Revista De Historia Económica / Journal of Iberian and Latin American Economic History, 27(2), 247-289. doi:10.1017/S0212610900000768.

[1:18:39] en relación a Guayana, el incidente es el de Cuyuní en 1895 bajo el presidente Guzmán Blanco, quien ya mostraba posturas más favorables a los franceses o a los norteamericanos. Aprovechándose de las secuelas de la Guerra Federal, los británicos cruzan el río Esequibo teniendo respuesta del general Sifontes. Por decreto, los británicos intentan apropiarse El Callao, El Dorado y demás en un intento de apropiarse del oro venezolano lo que en 1887 causa una ruptura diplomática con Venezuela. A eso sumarle los incidentes previos con la línea Schomburgk.

[1:19:56] se hace referencia a a Mosquitia, Costa de Mosquitos o Reserva Mosquitia que incluía parte de Nicaragua, Honduras y Costa Rica. Fueron blanco, en principio, de la piratería británica, en 1783 recuperadas por la Monarquía hispánica, retirándose años después, hasta su anexión formal a la Capitanía General de Guatemala en 1803. Ante la imposibilidad de mantener el equilibrio político, y el orden regional, los británicos vuelven a anexarse la región con la coronación de un Rey misquita bajo una especie de protectorado británico que le amparaba de las pretensiones de Colombia. Aplican, como se puede ver en el siglo XX, la misma estrategia balcanizadora de Medio Oriente con monarquías homologadas. En 1860 se firma el tratado de Managua donde el Reino Unido reconoce la soberanía de Nicaragua a cambio de Nicaragua reconocer la autonomía misquita. En 1905 termina el injerencismo anglosajón cuando finalmente Nicaragua se hace con la soberanía absoluta.

Referencias bibliográficas

Barrios, F. (2015). La gobernación de la monarquía de España. Consejos, Juntas y Secretarios de la administración de corte (1556-1700). Madrid: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

Bueno, G. (2008). El mito de la derecha. Madrid: Ediciones Temas de Hoy, S.A.

Bueno, G. (2003). El mito de la izquierda: las izquierdas y la derecha. Barcelona: Ediciones B.

Bueno, G. (2005). España no es un mito. Claves para una defensa razonada. Madrid: Temas de Hoy.

Bueno, G. (1991). Primer ensayo sobre las categorías de las ‘ciencias políticas’. Logroño: Ed. Biblioteca Riojana, nº 1. Cultural Rioja.

Negro Pavón, D. (1995). La tradición liberal y el Estado. Madrid: Unión Editorial.

Pérez Vejo, T. (2010). Elegía Criolla. Una reinterpretación de las guerras de independencia hispanoamericanas. México, D.F: Tusquets Editores de México, S.A de C.V.

Schmitt, C. (2005). El Nomos de la Tierra en el Derecho de Gentes del “Jus Publicum Europaeum”. Buenos aires: Ed. Struhart y cía.